así nomás.

bueno, a ver.. siento que debería escribir algo. tengo ganas, tengo mil cosas en la cabeza, tengo un acelere importante y un estrés físico proporcional. no me dan los dedos, las fuerzas. rendí un examen demasiado temprano esta mañana, de esos exámenes que te dejan dada vuelta, sin mucha noción de la realidad. de esos exámenes en los que te estudiás diez mil conceptos y palabras y funciones de memoria, porque es choice y lo que sirve ahí es la capacidad de retener esos conceptos hasta el momento de entregar el examen y salir del aula. y así fue. más natural de lo que esperaba, menos sufrido, pero igual de tensionante. aprobé, sí, pero eso no es lo importante. bueno, claro, está genial aprobar exámenes y más si son difíciles y largos (todo un cuatrimestre evaluado en 50 preguntas choice: welcome to medicina!). pero la maratón sigue. se avecinan TRES recuperatorios, ni uno ni dos, tres. uno atrás del otro. uno por semana. en cada uno me juego la cabeza, y la materia y, por ende, el año lectivo. demasiada presión para plasmarla en una entrada de blog, no se imaginan.

el tema igual no era la facultad. o sí. me está consumiendo la vida últimamente. pero sigue habiendo cosas más importantes que el estudio y los parciales. sigue estando la familia ahí, inalterable, inagotable, imperturbable. siempre firme, con la palabra justa y el cariño a tiempo. siguen estando los amigos, los de siempre, los en serio. y sigue estando novio, que tanto nos costó llegar hasta acá. y esto lo valoro infinitamente. su presencia, su compañía, su ayuda y contención incondicional. quizás no se lo diga a diario, pero creo que lo demuestro. después de dos meses de separación tan tan recientes, después de tantas lágrimas y noches desarmadas, todavía me cuesta creer que está acá. que somos dos. que estamos bien. que me ama.

y con eso alcanza. créanme.

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